miércoles, 28 de noviembre de 2012





EL MAGO

         

            La inquietud dura ya varios días, desde que oí la frase no dejo de preguntarme de dónde pudo venir, qué artículo de joven visionario del siglo XXII, delegado de los esperpentos mediáticos que aparecen a partir de las doce en canales copados por profetas que, al amparo de imágenes, cartas o similares, conjeturan sobre el destino de la plebe.            
       Yo, que nunca imaginé asistir a esta barricada de casta, acabé acordándome del  ente que lo sabe todo, ese que se ha convertido, para la mayoría de las almas, en el “nohaysecretos”  del planeta, o sea, un motor de batida, que despeja, cuando menos, cualquier atisbo de duda humana  y desbanca a todos los lumbreras venidos a poco,  con su aparición, el Sr D. Google.           
            Creí por fin, que llegado a casa a cualquier hora esa noche,  y por mucho que el onírico Morfeo me llamara a filas, convertiría mi duda en realidad, saber de dónde surgió tal locución, que no me atreví a preguntar al emisario, no ya por falta de curiosidad, sino por no descubrir mi ignorancia y temiendo incluso otra ocurrencia del pupilo que me dejaría, aun más, con la fatídica y rastrera cara, que se suele poner cuando no sabes qué decir.
                 Era una noche tranquila, familiar en exceso, el abuso de la salsa Wok del Asiático quizás fuera un pequeño inconveniente para llevar a cabo la búsqueda,  no obstante y pensando que por otros menesteres he permanecido hasta ciertas horas en vigilia, estaba dispuesto a sacrificar minutos de relax y no acostarme con el sinsabor  de la duda, que generalmente suele ser más pesada que una vida vacía…
                En aquellos días, y a pesar de que lo que me entraba por el ojo solía ser más importante que tener un subidón de talento, me dispuse a ir en contra del propio destino, de la norma, de lo establecido, a manejar a mi antojo o casi, todo lo que se me ocurría, a pensar y hacer justamente todo lo contrario, confiado en que la felicidad es gratuita, e intentando demostrar una y otra vez lo sencillo que es dominar a tu propia mente en pensamientos y hechos… ocupé tiempo en diseñar mi estado de ánimo, canciones, palabras, estados, acciones… todo justamente lo más lejano a lo que solía tocar siempre, todo en contra de cánon establecido y moral,… Contra  el rock…zarzuela, contra  el deporte… pasteles, contra la naturaleza… el salón y el sillón, contra eso…abstinencia, y contra lo efímero del día a día…la firmeza de una roca.
            A pesar de ello, estuve durante rato pensando cómo era la vida diaria del emisor…, colegio, juegos, deberes, familia, todo ello componía desde laudes, el ejercicio completo semanal del susodicho, sí me pareció más difícil de alojar, en qué momento habría descubierto, oído y/o aprendido tal afirmación, y tal cual se desarrollaba todo, para mí  sería, por las circunstancias que yo estaba llevando a cabo, de lo más difícil de aplicar.  Eso si, jamás se me pasó por la mente indagar en él, la mayoría de las veces el silencio es mejor que decir algo inapropiado.
          Primero necesitaba una base constante, que durante el tiempo establecido consiguiera perseverar, luego, la ejecución, ésta podría tener secuelas físicas, la descarga de energía era fija. Por último, y esta era la recolección, corroborar el hecho finalizado y  disfrutar en adelante, el resto de mi vida, sin lastre ni preocupación alguna.
        Lo primero era ya bastante lejano,  aunque he visto que ciertos monologuistas consiguen algún encadenado de prosa que estimula el risorio, no era fácil, sobre todo sin conocer el carácter, ni la vida personal del tribuno, con respecto a la parte central, imagino que sería como montar en bici por primera vez, una vez conseguido el equilibrio y empujón inicial, ya va todo sobre ruedas y siempre hacia adelante, la parte final no me preocupaba, seguro que, en la tierra, estaría situada entre el Tigris y el Éufrates, ya que en ésta última parte yo estaría ya gozando como si alguien me lanzara una escalera desde el cielo.
            Y  todo,  todo esto, por juntar trece palabras, emitir con total normalidad una frase que no dura más de 4 segundos,  cambiando seguidamente de tema... y que a mí  me mantuvo durante toda la cena ocupado, relegando el sushi e  hilvanando mentalmente el contenido de este, mi blog, y que en este momento escribo y dedico al que se atrevió, seguro y con una mirada transparente,  a revelarme lo que relato a continuación.. “ 

           Tito, ¿ sabes ?... Si te ríes durante cinco minutos seguidos se te acaban todos los problemas “.


A mi sobrino Abel.

28 11 2012 – 1:35 h

Abrazo.


ASPICIO SIC EGO


1.- 23 01 2008 .Amigos y bloggeros, en este mundo en donde vivimos, materialista, lleno de trazos y pinceladas cada vez más cercanas al atropello de la naturaleza con industrias totalmente incrontrolables, que no dejan ver, con la emisión del humo que emiten, atisbos de otras generaciones venideras, en este mundo tan dividido, tan lleno de ciudades-laberintos de gps, de horarios y mentes preocupadas continuamente por las etiquetas de kilocalorías de todo lo que circula por el cosmos , en este mundo de apocalipsis actual y guerra de poderes... existen todavía, a mi modo de verlo, muchos lugares desconocidos que marcan una línea entre lo tribal, en cuanto a calidad de vida se refiere, y lo estrictamente de “ urbis “.

Personas preocupándose por desencriptar redes inalámbricas vecinas o porque su frigorífico loftero le controle las existencias del bacon que le queda en su interior, y de la importancia que debe tener el reloj en la vida mecánica de los habitantes de las grandes urbes las 24 horas... y, en otras coordenadas, tribus desconocidas, que sólo usan un atuendo de taparrabos y plumarios, y con la hoja de coca en la” carrillá “ sin saber, por supuesto, quién es George Bush y mucho menos Bill Gates, solo preocupados por la pesca ese día de algún pez eléctrico para la comida diaria . Pues bien, uno de esos lugares sé yo en donde está. El lugar del musgo en el norte, de la paja de avena loca en la boca, de las pompitas en la charca, del olor a tierra mojada cuando llueve en verano, de “ hoy es luna llena porque la estoy viendo “ , de las paredes de piedra, del verdor que lo llena todo, del corcho sin sacar, del silencio de la noche en el campo,de la calima temprana de la dehesa, del blanquecino de las defecaciones de los leonados, de la glucosa que se pierde en la tierra, del frío y rocío que cura la pieza... ese lugar... ese está aquí, en Salvaleón